"Frank nos ayudó muchísimo y nos mantuvo informados en todo momento. Originalmente, no teníamos intención de conseguir un abogado en absoluto, porque no sabíamos que íbamos a necesitar uno. La lesión de Dennis ocurrió en 2007, y no nos pusimos en contacto con Frank hasta 2011. No teníamos intención de conseguir un abogado, solo queríamos que la empresa se hiciera cargo de los costes de la lesión (gastos médicos y baja laboral). Luego acabamos teniendo problemas... Dennis quería seguir trabajando y jubilarse en condiciones. Pero empezaron a recortarle el sueldo cuando tuvo que ir a fisioterapia, diciéndole que tenía que hacer la terapia durante la hora de comer. Parecía que íbamos a necesitar ayuda. Empecé a leer sobre indemnización por accidente laboral y cuando leí lo que ponía en la página web de Donahoe Kearney, nos quedamos bastante impresionados. Nuestro médico estaba sorprendido de que hubiéramos llegado tan lejos tratando con la compañía de seguros por nuestra cuenta. Empezaron a ponérselo muy difícil a Dennis en el trabajo, como si le guardaran rencor. Tuvimos que contratar a un abogado. Una cosa que realmente nos impresionó al tratar con Frank, a pesar de que Dennis tuvo un acuerdo con su compañía de seguros hace casi un año, cada vez que tuvimos una llamada, nos tratan como si todavía fuéramos un caso activo. Es realmente un servicio muy, muy atento, muy cuidadoso. Sigue preocupándose totalmente de que se satisfagan sus necesidades. Estaré encantado de decírselo a cualquiera".
